Mucho se ha comentado sobre el disco en el que Scarlett Johansson hace tributo a Tom Waits. Algunas revistas y sitios de autoridad lo aclaman, mientras que otros tantos medios lo destrozan. Era de esperarse que una combinación así generara un debate tan polarizado, porque cuando las diferentes disciplinas del showbiz se entrelazan, las opiniones tienden a ser poco objetivas.
Cuando leí hace algunos meses que Scarlett Johansson estaba próxima a lanzar su álbum, pensé en el panorama. ¿Cuántas actrices hemos visto dar ese salto con el mismo resultado? Ya visualizaba yo a Scarlett haciendo de su carrera una piltrafa al más puro estilo de Lindsay Lohan, sólo que en este caso estamos hablando de una actriz mucho más rescatable que la drunk n' junkie redhead.
Después de tener muy nítida en mi cabeza esa lamentable imagen de la inminente caída de una actriz, continué leyendo y me sorprendí al enterarme de que las canciones del disco serían covers de Tom Waits. La recién formada imagen se perdió para convertirse en una curiosidad enorme. Nadie se atrevería a interpretar piezas de semejante leyenda, sin estar convencido de lograr un resultado decoroso. Proseguí con la lectura, para unos segundos después saber que Tom Waits ya había escuchado grabaciones rudimentarias de las versiones de Scarlett y había quedado muy satisfecho. No sé quién haya escrito eso que leí, pero definitivamente me dejó muy al pendiente del resultado.
Pasó el tiempo y el disco conoció el mundo. Mi primera impresión fue muy satisfactoria, y cada sesión de escucha subsecuente ha resultado aun mejor. Scarlett Johansson hace un verdadero y respetuoso tributo a las canciones que interpreta. En vez de hacer una construcción falsa de vocales estridentes (como otras actrices/cantantes lo han hecho), la voz en este álbum es un sutil componente de cada pieza, limitándose a aportar la melodía y alejándose por completo del protagonismo egocéntrico. Agreguémosle a David Bowie a cargo de las backup vocals en uno de los tracks, y tenemos algo digno de unos minutos de nuestra atención.
Algunos podrían creer que la tirada del disco sería colgarse de la fama de Scarlett para que la gente se predisponga a escuchar algo agradable. Yo considero que el proceso es en sentido totalmente contrario. Al menos en mi caso así es. El disco presenta un ambiente con una vibra tan sorpresiva (con un estilo muy The Jesus and Mary Chain), que termina edificando con ladrillos muy positivos sobre la imagen de la actriz.
Y es que un disco debe escucharse y valorarse por lo que presenta auditivamente. Es un error juzgarlo a la luz de la opinión que tenemos del autor o intérprete. Estoy seguro de que muchos cometen este error en este caso. Definitivamente Scarlett no hizo lo que esperaban los seguidores de E! news y de People. Aquí me veo en la necesidad de citar los comentarios de Moni Klein, a quien no he visto en años pero sin duda es la persona que más me habla en Messenger durante los días laborales. Ella odia a Scarlett Johansson; su opinión sobre ella radica en que es una mujer falsa que siempre interpreta el mismo papel y con poca habilidad. Moni aborrece el disco y su principal razón es que no le cree esa faceta cool a Scarlett. Ése es justamente el error al que me refiero; se está juzgando una obra por elementos ajenos a ella. Desde entonces, Moni me hace llegar cada reseña negativa que encuentra sobre el disco.
Insisto en que es normal que suceda esto. Si alguien empieza su camino a la fama como actriz Hollywoodense y de pronto salta hacia el ámbito musical con un disco poco convencional, lo más probable es que encontremos decepción en muchas caras. Pero finalmente, ¿qué importa? Lo ideal es que cada uno le dé la oportunidad al disco y juzgue por sí mismo de la manera más objetiva posible, como una obra aislada del contexto personal de la intérprete.
Para mí, éste fue un paso muy acertado para Scarlett Johansson. Se expuso al mundo de una nueva forma con una buena reinterpretación de Tom Waits, que resultó en una muy decente pieza de música Indie (whatever the hell that means nowadays).
3 comentarios:
Préstame el disco no?
Le pusistes un alto a mi vida laboral mi estimadisimo!
Esta mujer también canta? se me hizo tan tan raro que seguí leyendo.
Antes de cualquier otra cosa, bienvenido a la blogósfera, una adicción de letras sin escribirse y pasiones descritas.. jajaja.
Me da mucho gusto que andes por acá y que sigamos en contacto, se te recuerda que se le quiere mucho y que cualquier cosa acá andamos.
Un abrazo enorme!
Como Linsday Lohan estaba feliz con puro wey y de repente ZAS! le dio por el mole de olla... es como quien va a Hagen Dasz, hay quien pide de vainilla y hay quien de chocolate pero quien lo pide napolitano le sabe mucho mas rico!
No criticar por criticar.
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