Tengo varios amigos que recientemente terminaron una relación afectiva con algún "otro significante". Últimamente parece ocurrir muy frecuentemente. Cortar es una de esas fallas del sistema de convencionalismos que hace funcionar a las relaciones humanas. Cuando dotamos de esa oficialidad a nuestros asuntos amorosos, rara vez pensamos que casi todo lo que empieza tiende por naturaleza a terminar y es ahí donde vienen los auténticos madrazos. A todos nos ha pasado.
Cuando una persona está absolutamente pasmada por la presencia de otra en su vida, se genera un estado alterado de conciencia tan disparado que incluso muchas veces se ha considerado más fuerte que cualquier estupefaciente. Y es que uno en verdad puede llegar a poner todo lo demás en segundo plano y sentirse el personaje principal de una chick flick con un soundtrack repleto de acordes mayores, sin ningún problema y viendo hacia un camino largo, placentero y aparentemente fácil de recorrer.
Lo curioso e interesante es el momento en que eso se termina, y el individuo en cuestión se ve de pronto privado de esa droga tan adictiva que provenía de su propio sistema endócrino y que parecía inagotable. En ese momento empieza el verdadero show, en el que todos los planes a largo, mediano y corto plazo de pronto se derrumban y el afectado se siente inmerso en una situación de absoluta soledad. Nadie más que él es capaz de entender su funesta situación, porque nadie ha sufrido jamás una pérdida tan tortuosa como la que le aqueja. El horrible vado en el que se encuentra es único y ningún ser vivo podría comprender lo que está sufriendo...
¡Claro que no! Aunque te sientas solo e incomprendido, hay millones de personas que en ese o en algún otro momento han pasado por lo mismo. Por eso hay incontables películas, canciones y libros que tratan de situaciones similares. Es un cliché estar triste por haber cortado, aunque eso tampoco quiere decir que esté mal. Los llamados "lugares comunes" son precisamente eso: comunes. Incluso, muchos de los clichés que abundan en las películas a veces hasta resultan sencillas explicaciones del funcionamiento humano colectivo de un lugar o época, porque reflejan los comportamientos más instintivos, los que a todos suceden.
A decir verdad, me asusta un poco que todos seamos tan parecidos en nuestras conductas más primarias, como si fuéramos todos clones provenientes de una misma cepa y sin posibilidades de heredar aprendizajes que nos prevengan de estos tenebrosos lugares comunes. Pero bueno, al menos para eso tenemos mecanismos de defensa que nos ayudan a tapar por un rato esos conflictos. Lo malo es que después llega el día en que el mentado individuo en cuestión tiene la osadía de echar un vistazo a todo lo que ya se acumuló dentro de sí y ahí es cuando cae el veinte y explota el asunto.
Evidentemente yo no soy ningún gurú de este tipo de temas. No soy el indicado para decirle a alguien que su "depresión única sin solución" es un lugar común y que en cualquier momento llegará al cliché de superarlo; no podría aconsejar eso porque obviamente también he estado ahí y en esos momentos cualquier aseveración de esta índole me parecería un montón de palabrería sin sentido. Lo que sí puedo hacer es recomendar que en esas circunstancias se lea (o relea, según el nivel de previo contacto con la obra) la novela High Fidelity de Nick Hornby, ya que es una muy atinada ilustración del lugar tan común que es el final de una relación. Sin embargo, he de solicitar atentamente a las mujeres que hayan leído este libro, que por favor no divulguen la valiosa información que contiene sobre el funcionamiento de la mente masculina. Odiaría que alguien la usara en mi contra.
Cuando una persona está absolutamente pasmada por la presencia de otra en su vida, se genera un estado alterado de conciencia tan disparado que incluso muchas veces se ha considerado más fuerte que cualquier estupefaciente. Y es que uno en verdad puede llegar a poner todo lo demás en segundo plano y sentirse el personaje principal de una chick flick con un soundtrack repleto de acordes mayores, sin ningún problema y viendo hacia un camino largo, placentero y aparentemente fácil de recorrer.
Lo curioso e interesante es el momento en que eso se termina, y el individuo en cuestión se ve de pronto privado de esa droga tan adictiva que provenía de su propio sistema endócrino y que parecía inagotable. En ese momento empieza el verdadero show, en el que todos los planes a largo, mediano y corto plazo de pronto se derrumban y el afectado se siente inmerso en una situación de absoluta soledad. Nadie más que él es capaz de entender su funesta situación, porque nadie ha sufrido jamás una pérdida tan tortuosa como la que le aqueja. El horrible vado en el que se encuentra es único y ningún ser vivo podría comprender lo que está sufriendo...
¡Claro que no! Aunque te sientas solo e incomprendido, hay millones de personas que en ese o en algún otro momento han pasado por lo mismo. Por eso hay incontables películas, canciones y libros que tratan de situaciones similares. Es un cliché estar triste por haber cortado, aunque eso tampoco quiere decir que esté mal. Los llamados "lugares comunes" son precisamente eso: comunes. Incluso, muchos de los clichés que abundan en las películas a veces hasta resultan sencillas explicaciones del funcionamiento humano colectivo de un lugar o época, porque reflejan los comportamientos más instintivos, los que a todos suceden.
A decir verdad, me asusta un poco que todos seamos tan parecidos en nuestras conductas más primarias, como si fuéramos todos clones provenientes de una misma cepa y sin posibilidades de heredar aprendizajes que nos prevengan de estos tenebrosos lugares comunes. Pero bueno, al menos para eso tenemos mecanismos de defensa que nos ayudan a tapar por un rato esos conflictos. Lo malo es que después llega el día en que el mentado individuo en cuestión tiene la osadía de echar un vistazo a todo lo que ya se acumuló dentro de sí y ahí es cuando cae el veinte y explota el asunto.
Evidentemente yo no soy ningún gurú de este tipo de temas. No soy el indicado para decirle a alguien que su "depresión única sin solución" es un lugar común y que en cualquier momento llegará al cliché de superarlo; no podría aconsejar eso porque obviamente también he estado ahí y en esos momentos cualquier aseveración de esta índole me parecería un montón de palabrería sin sentido. Lo que sí puedo hacer es recomendar que en esas circunstancias se lea (o relea, según el nivel de previo contacto con la obra) la novela High Fidelity de Nick Hornby, ya que es una muy atinada ilustración del lugar tan común que es el final de una relación. Sin embargo, he de solicitar atentamente a las mujeres que hayan leído este libro, que por favor no divulguen la valiosa información que contiene sobre el funcionamiento de la mente masculina. Odiaría que alguien la usara en mi contra.
De cualquier forma, zafo ser el individuo en cuestión...
11 comentarios:
Estás muuuuuuuuuuy cabrón
un beso
yo viajo tan rápido del enamoramiento al desenamoramiento y de vuelta al principio que creo que ya me estoy volviendo loca... justo el jueves me acabo de enamorar... y el sabado me intente desenamorar de otro pa enamorarme mejor de ese del jueves... jajaja y ya no puedo mas entre la felicidad extrema y la estupida depresión
psss...
lo mejor es que pa'l enamoramiento y el desenamoramiento vivo en un eterno soundtrack de acordes mayores y menores todo junto con pegado...
muy chingon tu post!
Y bueno, qué te puedo decir mi querido Manza, creo que yo difiero en términos filosóficos, más no prácticos.
He de exponer mis razones:
Creo que es uno de los lugares menos comunes, como lo es la particularidad y unicidad (existe este término?) de cada habitante de este planeta. No creo que seamos clones, no creo que sintamos o percibamos este dolor de manera parecida, ni siquiera un atisbo. y digo filosóficamente porque creo que una sola variable puede hacer diferente esta sensación de vacío y ganas de morir.
Y lo digo por experiencia, no se siente igual, en forma y en extensión, cortar con una pareja o con otra.
Y también lo refuerzo porque NADIE...NADIE...NAAADIE (léase expresión chetes) sintió lo que yo sentí cuando pensé que todo había terminado con rose.
Así que no me vengas con tus pensamientos encumbrados, misteriosos y masificadores (y no de masa de tortilla).
Muy bueno mi querido chetes. Te aplaudo y me pongo de pie.
Concomio, me parece que no entendiste.
No digo que todos sintamos lo mismo, sino que todos, al estar en en esa situación, estamos convencidos de que NADIE lo podría entender o sentir.
En cierta forma, tu comentario tan seguro y determinante lo comprueba jeje.
Saludos.
Alguna vez que estaba muy deprimido por alguno de mis muchos desamores, mi mamá osó decirme que le "estaba escupiendo al cielo" por sufrir por algo tan tonto. Mi mamá es el tipo de personas que suele tratar de aliviar cualquier situación comparándola con una, en extremo, peor. Yo argumenté mi caso diciendo que el no haber experimentado un holocausto (o situación parecida) no me sentenciaba a una vida sin sufrimientos triviales y que el desamor puede ser uno de los peores, tanto en intensidad como en duración. Concuerdo con que es algo que todos los seres humanos experimentamos o experimentaremos por igual.
Abrazos
ta.. pues yo creo que eso de sentirse único en el mundo de nuestros pesares.. si que es muuuuuy común, tanto como el decir: -hay ya! no es para tanto-.. cuando el que sufre es el otro y no uno.. verdaad...
puño...
Chale... "de nada" por ser parte del selecto grupo de los que cortó recientemente y te inspiramos a escribir esto! jajaja
Estoy 100% de acuerdo, siempre nos sentimos incomprendidos y que nadie sabe el dolor que es, como si nadie lo experimentara en carne propia. Creo que conforme entiendes eso y lo absorves conciente e inconcientemente, es cuando te vuelves más mesurado... Con esto no sufres tanto al cortar, y el enamoramiento pasa de ser una droga muy potente, a un estado de felicidad plena: No porque la pareja te lo dé, ni te complete, sino por el crecimiento que juntos hacen.
Recuerdo aquellos escabrosos momentos que viviste, y recuerdos los míos... Algunos dirán que es dificil volverse a enamorar una vez que te das cuenta de esto... Yo creo que en ese momento es cuando te das cuenta que el amor no es una droga, sino una elección, y es lo más increíble que alguien puede descubrir.
Salud! jajaja
Es terrible y un poco siniestro sentirse un Wally más en el Mundo de Wally ¿sabes? en el libro amarillo, en el que tenías que encontrar al que estaba descalzo. Supongo que lo divertido es asumirnos como el sin-zapato de nuestra propia copia (aunque Wallies al fin...).
Tengo que enfatizar un lugar común dentro del gran lugar común que es cortar: "no me vuelvo a enamorar". La buena noticia para los que estamos estancados en tan linda frase es que, gracias a la experiencia de tantos miles de incautos que se encargan de comprobar el patrón a diaro, podemos dormir tranquilos sabiendo que un día nos comeremos nuestras palabras (sólo para empezar de nuevo...).
Hasta la vista!
Uyyy no me token esa rola por que lloro!!!
Mi chets dejame felicitarte por tan atinada observación, al echo de que todos pasamospor ahi en algun momento es cierto, en diferentes dimensiones, intensidad y demas, pero todos sabemos lo que es llorar por un amor, empedarse por el o en su defecto el aislamiento sentimental y mental en el que vivimos en esos momentos.
Pues no podre negar que yo he vivido llorando por un amor, por que si se gano mi corazon mis lagrimas tambien, es lo que en algun momento yo escribi agradecer la coincidencia en primer plano de conocer a esa persona que en algun momento sufriras por el.
Asi que concluyo que el encontrar a alguien del cual te enamores es unico es una oportunidad que no todos vivimos, el poder amar a alguien con toda la fuerza del corazon y cuando te aman aun mejor, pero tambien el sentir los que provoca cuando ya no esta, no digo que sea una necesidad claro pero no a diario pasa no te enamoras de todo el mundo cuando amas, amas chingon y ya, no a mil.
asi que cito al buen Sabina que dijo "no hay pero nostalgia que añorar lo que nunca sucedio"
Definitivamente el momento más triste de mi vida fue cuando me dí cuenta que no era nada único ni original estar triste.
el pop es un lugar común. demasiado común.
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