martes, 5 de agosto de 2008

La vida después de Lollapalooza

Llevo algo así como 10 días viviendo "la vida después de Lollapalooza". En sí toda la experiencia de un festival tan magistralmente organizado es suficiente para considerarse un parteaguas en la vida de uno, pero lo verdaderamente importante es que ya puedo morir tranquilamente, dado que por fin pude ver a Radiohead en vivo. He de confesar que antes de hacerlo, temía que una vez habiéndolos visto, me quedara un vacío en el departamento de las ganas platónicas de escuchar a la banda aparentemente inalcanzable. Me deleito al decir que no fue así. Ahora quiero ver a Radiohead otra vez; una no basta.

Son muy conocidos los rumores de que tal vez vengan como parte de su gira sudamericana del año entrante. Normalmente procuro no creer estos vaticinios, por miedo a la decepción final, pero esta vez tengo razón para tener esperanzas. Mientras estábamos en Chicago, un día antes del inicio de Lollapalooza, Ana María Patas Rotas y Jessica Sara Manuela tuvieron un encuentro de lo más afortunado con Ed O'brien, el reservado guitarrista de Radiohead. Según este sobrio personaje, él y sus compinches estarán visitando nuestr
a ciudad en marzo. Esperemos que la mitomanía no forme parte del cúmulo de patologías que rodean a los miembros de esa banda.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Señor, mucha vida después del Lollapalooza, seguramente veremos a los radio acá en México. Al menos eso espero, porque yo tampoco quiero morir sin verlos. Sigue la envidia en mis venas jeje.
Muy buen viaje, muy buena inversión, siga así.